sábado, 1 de diciembre de 2012

Inseguridad

Por: Maria Eugenia Bedoya López
 
¿Alguna vez te ha pasado que conoces bien tus fortalezas y habilidades y aún así dudas en hacer acciones relacionadas en ello?, al parecer la inseguridad es más común de lo que creemos, la duda gritando en nuestro interior nos ata dejándonos cautivos de pensamientos que nublan nuestro deseo de de hacer y vivir experiencias que bien podrían llenarnos de grandes emociones, contribuyendo con nuestro proceso de evolución y aprendizaje.
Hace unos años, compre una moto y no sabía cómo manejarla, así que los primeros días mis amigas y amigos estuvieron enseñándome, yo no me atrevía a salir lejos, manejaba la moto acompañada por lugares cercanos y poco transitados, un día cuando llegue a casa del trabajo sonó el teléfono, era mi jefe preguntándome que si me había llevado las llaves, porque necesitaba cerrar, revise y me di cuenta que estaban en mi maletín, en ese momento no había nadie que pudiera llevarme, el lugar estaba bastante retirado, y la moto estaba allí, así que tome la decisión con el firme propósito de que sabía manejarla y que lo haría bien y me dispuse a llegar en ella al colegio donde trabajaba en ese entonces, era un conjunto de emociones era la primera vez que estaba manejando yo sola, pero además era la sensación de haber aprendido y de superar un temor que desde allí se convertiría en fortaleza.
 
Dudar de nuestras capacidades y conocimientos nos llevan a crear ese sentimiento de inseguridad que puede llegar a afectarnos en muchos ámbitos, pero además frena la fuerza con la que se desarrolla nuestra vida evitando que logremos metas u objetivos, transformando nuestro mundo en escenarios que muchas veces no deseamos para nuestro existir. Es importante identificar qué aspectos nos generan dudas, incomodidades y evaluar la forma de enfrentarlos y superarlos, de esta forma contribuimos en nuestro propio bienestar disminuyendo ó erradicando la sensación de inseguridad.